Lo Que Recuperas

Hola!

A la luz de las conversaciones que hemos estado teniendo sobre comunidades sectarias, tóxicas y poco saludables (especialmente la comunidad eclesial), es un desafío hablar sobre estos temas porque muchos no están listos para ver lo que está sucediendo en el lugar que debería ser el más sagrado y más seguro. Existe el temor de ser rechazados por estas comunidades que no quieren enfrentar una realidad que puede solucionarse tan pronto como su rostro se vuelva hacia los problemas en lugar de alejarse del problema.

¿Cuándo cambiarán las cosas? ¿Cuándo podremos madurar? ¿Cuándo podremos dar un paso al frente y solucionar estos problemas tóxicos? ¿Cuándo aceptaremos que necesitamos ayuda? ¿Cuándo dejaremos de actuar como si ya no necesitáramos un Salvador? Todos necesitamos la ayuda. ¡Y la ayuda está ahí! Es cuestión de humillarnos y tender la mano a nuestro Salvador, una y otra vez. Él está dispuesto.

Muchos han estado a punto de decir “¡ya basta!” pero no están lo suficientemente convencidos como para abandonar estos lugares o relaciones tóxicas y de secta porque la pregunta es “¿qué hay del otro lado?” “Todo lo que he sabido es esto” “Dios realmente no me ha dicho que me vaya”. Estos ambientes tóxicos han derribado la resiliencia de las personas que Dios nos inculcó. ¡Los humanos somos resilientes! Pero estos lugares tóxicos y sectas han convencido y persuadido a la gente a adoptar el sistema de creencias de que no pueden vivir sin estos entornos.

El confort y los falsos éxitos que ven en estas comunidades los han hechizado hasta volverse complacientes hasta el punto de que cualquier cosa “duro” o cualquier “oposición” no puede ser la voluntad de Dios. “Así que es sabio quedarse aquí” en la miseria porque será difícil cuando te vayas.

Lo que es cierto es que no es fácil. Lo que también es cierto es que hay un costo MÁS ALTO cuando ves que te arrebatan tu vida, tu esencia, tu propósito, tu identidad para convertirte en nada más que un esclavo. Eso es lo que hacen las sectas y los lugares tóxicos. Te roban quién eres realmente hasta que te pierdes y ya ni siquiera te reconoces a ti mismo ni a tu voz.

Esa fui yo. Ese era mi esposo. Ese era mi hermano. Esos fueron muchos que conozco y otros que han salido de esos lugares.

En mi blog anterior, hablé sobre lo que puedes esperar experimentar cuando te vayas. Todo lo mencionado requiere mucho trabajo. Es necesario profundizar. Es necesario enfrentar las peores partes de ti. ¡Pero lo mejor de todo eso es ver a JESÚS venir en esos momentos!

“Jesús les habló otra vez a los fariseos diciendo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue nunca andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida.”- Juan‬ ‭8‬:‭12‬

Ya sea que Dios use personas o ninguna intervención humana para llegar a ti y realizar la cirugía de perfil, ¡todo es hermoso! ¡La sanidad es hermosa! ¡Caminar en la luz es hermoso!

Puedo decirles por testimonio personal ¡Hay más del otro lado! Estaba destrozada, perdida en palabras, sin propósito, me sentía culpable por guiar a otros equivocadamente sin saberlo, atada, asustada, pero la Luz vino y atravesó toda oscuridad y sombras que me cubrían y nublaban mi mente.

Quiero darte una idea sobre

10 cosas que puedes esperar recuperar cuando te vayas:

1. LIBERTAD. Hay una sensación de libertad que te invade. Dios y tú manejarás tu vida de aquí en adelante. Existe la tensión entre lo que es familiar (las viejas costumbres) y lo que se desconoce y con lo que puedes luchar. Pero eso es porque es posible que no estés familiarizado con la libertad. Tuve que sanar mi reloj interno para desacelerar y no tener tanta prisa. Hay libertad en tu tiempo. Para viajar, para ir al cine, para asistir a cumpleaños, para volver al colegio o terminar proyectos. ¡Recuperarás tu vida!

2. Familia y amigos o nuevos amigos. Éste fue muy importante para mí personalmente. Mi familia fue criada para ser unida. Años me perdía fechas importantes para hacer “actividades de la iglesia”. Perdí tiempo de calidad con mi familia. Dios me devolvió a mi familia. O mejor dicho, me recuperaron. Pude relacionarme con amistades viejas y mostrar a Cristo. Como antes, no serían dignos de mi tiempo porque nunca serían discípulos potenciales. He hecho nuevos amistades. Diferentes conversaciones que resultan edificantes y se pasan muy bien.

3. Identidad. Una de las cosas que se pierde sutilmente cuando estás en una secta es tu identidad. Tu esencia. ¡Pero recuperas tu identidad y con mucho vigor! Esta parte requiere tiempo para reconocerse. Esto va de la mano con la sanidad interna. Poco a poco vas recuperando tu voz. Terminas apreciando tu autenticidad. Ganaste confianza y valentía en Cristo. Lo que alguna vez temiste, tienes este celo para enfrentarlo. Y no volverás a dejarte influenciar fácilmente.

4. Pensamiento crítico. Cuando estás en un lugar de sectaria o tóxico, poco a poco comienzas a adoptar la forma de pensar del entorno. Lo que lleva a no poder tener pensamientos propios sino a tener que estar “en el espíritu” (lo que esto se traduce en pensar como piensan y actuar como actúan) o volverse “uno” con estos lugares. Tu pensamiento crítico se apaga porque no se utiliza correctamente. Cuando dejas estos lugares recuperas y tienes la oportunidad de pensar por ti mismo. Aprenda a tomar decisiones de vida. Esto ayuda a aumentar tu identidad y confianza. Patea la duda en el trasero.

5. Propósito. Este es un problema importante para muchos. En las sectas tus talentos, dones, juventud, fuerza y ​​energía se utilizan y se abusa para el propósito de otra persona. Cuando te vas te sientes agotado y crees que no hay nada más que dar. Porque acabas basando tu vida y tu identidad en una causa. ¡Pero cuando te vas descubres de qué te hizo Dios! ¡Lleno de propósito! ¡Lleno de vida! ¡Él no ha terminado contigo!

6. Creatividad. Como se mencionó con pensamiento crítico y propósito, es posible que te hayas agotado. La creatividad tarda en llegar, pero llegará cuando tengas tiempo libre. Cuando estás en un estado relajado. Salir a conocer gente o lugares nuevos definitivamente ayuda a que la energía fluya. Te das cuenta de que puedes resolver problemas, crear un negocio, ser ama de casa de forma creativa. Encuentre formas creativas de estar con su familia y crear recuerdos.

7. Sueños. Después de dejar de lado los sueños de otras personas y sus ambiciones personales, que te absorbieron haciéndote creer que es lo único que importa, comienzas a sanar. ¡Aquí es donde tus propios sueños empiezan a aparecer! He conocido a personas que dejaron la universidad o ni siquiera terminaron la escuela secundaria para hacer la voluntad de otra persona. Ahora están soñando nuevamente con perseguir aquello que Dios puso en sus corazones para cumplir. Empiezas a elegir tus pasiones que alguna vez estuvieron encerradas. Vienes a descubrir tu impulso.

8. Salud. Sanidad mental, emocional, espiritual y física. Éste es trabajo pero la recompensa es gloriosa. Empiezas a convertirte en la mejor versión de ti. Tu estado mental comienza a sanar. Tus emociones pueden comenzar a abandonar el modo de supervivencia y, de hecho, romper el hielo que ha entumecido tu corazón para luego que Dios realmente te sane. Tu espíritu anhela la Verdad. Anhela por Jesús. Físicamente a muchos les ha sucedido que los síntomas corporales extraños ya no existen. 

9. Alegría. Esta palabra tendrá una definición diferente en tu vida y la experimentarás en diferentes etapas de tu proceso de sanidad. Puede que no sea grande todo el tiempo, pero se filtra y no lo olvidarás. Tu cuerpo lo recordará y no querrá volver atrás.

10. El verdadero Jesús. ¡Ay éste! Éste es el más gratificante. Aquí es donde está la verdadera libertad. Aquí es donde podrás volver a amar sin vergüenza. Aquí es donde eres aceptado y alentado. Aquí es donde realmente puedes entender Su bondad. Aquí es donde puedes sanar y seguir adelante. Conociendo al verdadero Jesús. Los cimientos de tu fe se fortalecen aquí. Empiezas a darte cuenta de lo que significa tener una fe inamovible. Porque experimentarás que NO HAY OTRO COMO ÉL. “…tu Maestro nunca más se ocultará, sino que tus ojos verán a tu Maestro. Entonces tus oídos oirán a tus espaldas estas palabras: “¡Este es el camino; anden por él, ya sea que vayan a la derecha o a la izquierda!”.- ‭‭Isaías‬ ‭30‬:‭20‬-‭21‬

“¿A quién tengo yo en los cielos? Aparte de ti nada deseo en la tierra. Mi cuerpo y mi corazón desfallecen; pero la roca de mi corazón y mi porción es Dios, para siempre.-Salmos‬ ‭73‬:‭25‬-‭26‬

¡Mi corazón se regocija en este mismo momento al leer esa escritura! Mis manos están altas y elevadas hacia Él. ¡Mi único! ¡Solo Él tiene el poder de sanar, restaurar, perdonar y redimir! Sólo Él puede realmente guiarte a aguas tranquilas. Sólo Él te puede conducir a toda la verdad. ¡Mi vida es Suya! ¡Él me salvó! ¡Él me sanó! ¡Él me perdonó! ¡Él me ha redimido! ¡Él me enseñó! ¡Él me ha amado! ¡Ha tenido paciencia conmigo! Su misericordia abundó diariamente. ¡Nunca PUEDES perder con Él! Ni una sola vez.

Amiga y amigo, las 10 cosas que he mencionado no surgen fácilmente. Requiere trabajo intencional. Prueba y error. Pero hay espacio y tiempo para esas cosas en Dios. Persigue a Dios. Tienes derecho a vivir. No dejes que el miedo te impida vivir tu vida de acuerdo con los verdaderos estatutos de Dios. ¡La vida en Cristo es abundante! No creas la mentira de que si es difícil o que si aún no te has sanado no fue de Dios. Las cosas con Dios toman tiempo. Es un buen Padre. Apreciarás ese tipo de dificultades. Ten paciencia. Recibe gracia. Recuerda que su carga es ligera y su yugo fácil.

¡Oro por valentía y paz sobre ti!

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